FAYETTEVILLE – Cuando piensa uno en el deporte en América Latina, sobre todo en países como Argentina o México, primero piensa uno en el fútbol y después en deportes como el basquetbol, el voleibol o el beisbol. Pero hay un deporte que está creciendo en Latinoamérica, a tal grado que el equipo femenino de la Universidad de Arkansas está constituida a la mitad por Latinas: el golf.
Ela Anacona, una argentina nativa de Buenos Aires de 23 años, compartió su historia con La Prensa Libre en una entrevista reciente. Dijo que empezó a jugar a los cuatro años con su papá y que desde entonces nunca ha soltado el palo de golf. Desde Argentina, investigó sobre las universidades estadounidenses, hizo su lista y se puso a contactar a universidades donde ya había Latinos.
"Vine a Arkansas hace cinco años, todo empezó en 2019 para mí", dijo Anacona. "Conocía un par de Latinos que ya estaban acá, llegué aquí por el legado de golfistas como las mexicanas Gabriela López y María Fassi, y el mexicano Álvaro Ortiz. Hubo Latinos antes en los equipos de golf de Arkansas, pero venían de a uno o de a dos. Después de que vine llegaron más. Ahora somos ocho entre varones y mujeres, todos queremos ver a quién más podemos traer".
La posibilidad de combinar el deporte de alto nivel con los estudios universitarios fue lo que atrajo Ela al golf estadounidense.
"Me dieron una beca completa por cuatro años, y ahora estoy trabajando como Graduate Assistant en el Multicultural Center, lo cual me paga todo. Todas las universidades me ofrecían becas completas. Tuve que decidir entre Georgia y Arkansas, y estoy súper contenta con mi decisión. En Argentina es muy difícil llevar una carrera universitaria y el deporte de alto nivel al mismo tiempo. Aquí se puede combinar, y es una gran oportunidad".
Anacona dijo que en América Latina el golf no es un deporte muy popular, es más de futbol, en los colegios se juegan más deportes de equipo. Sin embargo, dijo que el golf en América Latina está creciendo mucho, que el nivel y las infraestructuras están mejorando.
Ela dijo que es un mito que el golf no es un deporte físico. Las canchas son cada vez más largas y difíciles, los golfistas tienen que ser atléticos. "Para alcanzar la distancia hay que tener potencia, y eso se trabaja en el gimnasio", explicó la golfista. "Además, en los torneos hay mucho desgaste físico. Jugamos seis torneos al año, cada uno son cuatro días de juego y dos días de entrenamiento antes del torneo. Mis días son muy largos. En un día típico, voy al gimnasio de 6:15 a 7:15, trabajo de 8 a 1, tengo entrenamiento de golf de 2:30 a 5 y tengo clase en la noche de 5:30 a 8:30. Por suerte, vivo a 15 minutos del club de golf".
Los planes de la jugadora después de su carrera como Razorback aun no se definen. Ahora está en su primer año de la Maestría en Applied Business Analytics. Anteriormente, se graduó con una Licenciatura en Economía. No sabe si estudiará más, por el momento su plan es volverse profesional, pero si no se hace estudiaría Derecho. "En noviembre gané el Women's Amateur Latinoamérica", dijo Aanacona. "Mi próximo torneo internacional será el British Open en agosto. Todavía estoy jugando como aficionada, pero se acerca el momento en que tendré que cambiar de amateur a profesional".
La gente que quiere apoyar al sobresaliente equipo de golf femenino de la Universidad de Arkansas y su legión de Latinas tiene varias formas de hacerlo, dijo Ela. Todos los veranos hay un campamento de golf organizado por el equipo; también participa en el programa The First Tee, en el cual dan talleres de golf en los colegios. Al final de la temporada, los aficionados podrán seguir al equipo en el torneo de la conferencia por SEC Network, y en la primera semana de octubre el público puede asistir al torneo gratuito Blessings en Fayetteville. El equipo es número tres en todo Estados Unidos, solo atrás de Wake Forest y Stanford.
En la universidad y en el noroeste de Arkansas, Ela Anacona ha encontrado una segunda familia que la ha hecho sentirse como en casa y que llevará en sus recuerdos al terminar su carrera como Razorback.
"Tengo compañeras en el equipo de Argentina, Colombia, España, México y Paraguay; en el equipo masculino hay dos argentinos y un peruano", dijo la golfista. "Siempre es difícil vivir en otro país, pero entre Latinos, aunque haya cosas que no son iguales, hay muchas cosas parecidas. En el Multicultural Center organizamos eventos para Latinos y allí conocí a un montón de amigos, de México, Bolivia y Panamá, sobre todo. La comunidad Latina está creciendo muchísimo. Pude formar una familia aquí, siento que es mi casa y cualquiera lo puede sentir así".
"Jóvenes, practiquen algún deporte, te enseñará muchos valores. No importante lo bueno que seas, lo que importa es como somos como persona", concluyó.