Defensores de la comunidad LGBTQ seguirán luchando contra el Acta 626 de Arkansas

Créditos: Ramón Elizondo
Créditos: Ramón Elizondo

LITTLE ROCK – Después de la prohibición temporal que la Corte de Apelaciones del Octavo Distrito de los Estados Unidos girara contra el Acta 626 de Arkansas, defensores de la comunidad lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros y reinas (LGBTQ) se preparan para lo que pudiese venir más adelante ante esta demanda interpuesta por la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU).

La demanda, que inició la ACLU en mayo de 2021, representa a cuatro jóvenes transgéneros y sus familias, y lleva el propósito de eliminar la implementación de esta ley que prohíbe a los médicos brindar tratamientos hormonales a pacientes menores de 18 años que desean cambiar su orientación sexual.

Chase Strangio, subdirector de justicia transgénero en la ACLU LGBTQ & HIV Project, dice que la intención de esta ley no tiene sentido alguno y en vez de favorecer los derechos de la humanidad, los estropea con directrices que no tienen validez legal.

"Esta es una victoria crítica para los adolescentes transgénero en Arkansas, sus familias y sus proveedores médicos", dijo Strangio. "Sabemos que los adolescentes prosperan con este cuidado, apoyo y amor, y estamos decididos a seguir luchando hasta que esta ley sin fundamento sea anulada de forma permanente".

Para Strangio, la decisión de la corte es una victoria para doctores y las más de 95,000 personas que se identifican como parte de la comunidad LGBTQ de Arkansas, según una publicación del Instituto Williams de la Facultad de Derecho de la Universidad de California con sede en Los Ángeles (UCLA).

Misma victoria que celebra Carrie Requist, quien es una asistente médica en Texarcana, Texas, dice que a la hora de tratar con pacientes que tienen problemas hormonales, se les debe de dar la atención debida, ya que en varias ocasiones dice tener conocimiento que hay personas que cometen suicidio por leyes anti-trans.

"Les damos la atención médica que necesitan para vivir, y unos políticos ni siquiera saben cuánto daño está haciendo esta retórica anti-trans a nuestros jóvenes", dijo Requist. "Si realmente se preocuparan por los niños, se callarían los políticos conservadores y dejarían que los médicos y los padres cuidaran de sus hijos".

Requist se unió a la problemática de Arkansas, debido a que el 16 de septiembre la Corte del Distrito del Condado Travis, en Texas le giró un impedimento temporal al estado de la estrella solitaria, donde le prohíbe al estado que implemente una directiva dirigida a los jóvenes trans y sus familias en todo Texas.

Esa directiva fue demandada por la ACLU el julio pasado, y ordenaba al Departamento de Familia y Servicios de Protección (DFPS) que investigue a los padres que trabajan con profesionales médicos que brindan atención médica a hijos transgéneros, y así acusarlos de abuso infantil. Según los abogados de la ACLU, esa ley podría haber llevado a que los jóvenes transgéneros fueran colocados en hogares de crianza, sólo porque los padres seguían los consejos de sus médicos y proveedores de salud mental.

Virginia Volkóva, una joven trans de 28 años que ahora vive en California, dice que sufrió mucho cuando era niño, pues sus padres pobres y viviendo en estados conservadores le era difícil entender la vida que le esperaba. "Durante el tiempo que fui niño, hasta mis 16, no tenía la menor idea de cómo iba a transformar mi cuerpo en el que estaba atrapada, no veía una salida, hasta que mis padres me dejaron irme a vivir con mi tía que vive en Las Vegas, y ahí con mucho sacrificio logre ser la mujer que ahora soy", dijo Volkóva. La joven nos comentó que hubo un tiempo en el que ella pensó en suicidarse a causa de leyes conservadoras y prácticas religiosas que, muchas veces, según ella, van en contra de los designios de Dios.

Precisamente el suicidio, entre otras cosas, fue la preocupación que tuvo el director ejecutivo de la ACLU con sede en Arkansas, Holly Dickson, ya que un reciente reporte por el Proyecto Trevor, se estima que miembros de la comunidad LGBTQ tienen cuatro veces más probabilidad de cometer suicidio que los heterosexuales. El mismo informe estima que casi 1.8 millones de jóvenes trans, entre 13 a 24 años de edad, han considerado seriamente suicidarse cada año en los Estados Unidos.

"La Corte de Apelaciones del Octavo Circuito afirmó que a ningún niño se le debe negar la atención médica que necesita", dijo Dickson. "Estamos aliviados por la juventud transgénero, ya que las investigaciones muestran que negar atención de afirmación de género a estos jóvenes, contribuye a la depresión, el aislamiento, los trastornos alimentarios, las autolesiones y el posible suicidio".

Dickson piensa que este litigio acabará en la Corte Suprema de la nación, pero ya están preparando terreno para eso. De la misma forma, aconsejó a los legisladores del estado que ayuden a estos niños en vez de perjudicarlos psicológicamente. El considera que no debería haber ninguna discriminación contra ellos, y que se les deje vivir una vida llena de salud física y mental.

Por esa misma cuestión mental, el Departamento de Salud de Arkansas (ADH) tiene un número para que las personas que estén pasando por una crisis de suicidio llamen para pedir ayuda al: 501-671-1612 o más bien al Centro de Llamadas de Lifeline Arkansas al 988.